Informe Anual
2015 - 2016

Agricultura climáticamente inteligente: Convirtiendo compromisos en acción

En la Conferencia sobre Cambio Climático (COP21) 2015 realizada en París, el 80 por ciento de los estados miembros de las Naciones Unidas incluyó la agricultura dentro de sus compromisos para hacer frente al cambio climático. El próximo paso es que los países conviertan estos compromisos en planes de acción específicos para una agricultura climáticamente inteligente (CSA).

Los perfiles nacionales de CSA pueden contribuir a esto, aportando una manera rápida y fácil de observar los retos y las oportunidades para la CSA. Estos estudios, que marcan un punto de referencia, fueron inicialmente producidos por el CIAT y el Programa de Investigación de CGIAR en Cambio Climático, Agricultura y Seguridad Alimentaria (CCAFS), con financiación del Banco Mundial y el apoyo técnico del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE) en 2014. Los perfiles muestran de qué manera diferentes inversiones en la agricultura pueden lograr combinaciones de adaptación y mitigación del cambio climático y producción sostenible.

Los perfiles nacionales de CSA han despertado un gran interés entre donantes, institutos de investigación, gobiernos y asesores de políticas en todo el mundo. Brindan una rápida evaluación de las opciones de un país para incorporar la CSA, desde políticas hasta entornos institucionales, estructuras de financiamiento y acciones sobre el terreno. Este instrumento se puede aprovechar al inicio de los procesos de planeación, aportando a los tomadores de decisiones información sobre las mejores opciones de inversión en CSA, entre otras cosas.

Andreea Nowak

Líder del Proyecto Perfiles Nacionales de CSA

En 2015, se publicaron perfiles para Nicaragua, Uruguay, Kenia, Ruanda y Sri Lanka, que complementan varios producidos para América Latina en 2014. Y ya hay otros en proceso en 2016, ya que el CIAT y CCAFS trabajan con apoyo de USAID para realizar seis perfiles de países de África subsahariana: Etiopía, Ghana, Malí, Níger, Senegal y Uganda. También para este año se empezará a trabajar en el primer perfil europeo – Moldova, con el apoyo del Banco Mundial.

.

CSA_in_Kenya.pdf_ CSA_in_Rwanda.pdf_ CSA_in_Sri_Lanka.pdf_

 

        

¿Quiénes deben pagar por la CSA?

Una vez los países hayan refinado sus planes de COP21, financiarlos será un tema importante. Existe el Fondo Verde para el Clima de Naciones Unidas, que espera recaudar US$100 mil millones hacia 2020 para ayudar a financiar la mitigación y adaptación al cambio climático en los países en desarrollo. Asimismo, se cuenta con muchos donantes receptivos a la CSA, como lo destacan los perfiles nacionales. No obstante, en un mundo en donde muchos agricultores son a menudo parte de cadenas de valor más grandes – algunas veces internacionales – las compañías privadas en estas cadenas tienen un interés particular en la resiliencia de las fincas que los abastecen. Parece razonable que compartan el costo, por ejemplo, de un nuevo sistema de riego o de la transición hacia un cultivo tolerante a la sequía.

Esta es la clase de temas en los que espera aportar un nuevo proyecto de USAID, que lidera la iniciativa Feed the Future del Gobierno estadounidense sobre hambre y seguridad alimentaria global. El proyecto, puesto en marcha a finales de 2015, ha establecido una “comunidad de aprendizaje” con la participación de agricultores y agroempresas. Esta será liderada por el CIAT, el Laboratorio de Alimentos Sostenibles, el Instituto Internacional de Agricultura Tropical (IITA) y el fondo de inversión social Root Capital, y se propone construir el argumento empresarial para la inversión del sector privado en la CSA.

No es coincidencia que inicie enfocándose en los sectores de café y cacao. Estos son cultivos de alto valor sembrados por pequeños agricultores en grandes volúmenes y que se prevé serán afectados por el cambio climático. El café y el cacao además son productos básicos bastante reconocidos y comercializados a nivel internacional con grandes mercados en los países pudientes. No obstante, existe otra razón para iniciar la conversación con estos dos cultivos:

“Un atractivo importante de trabajar con los sectores de café y cacao es que muchas de las compañías involucradas ya están familiarizadas con el lenguaje de responsabilidad y sostenibilidad de las cadenas de abastecimiento”, comenta Mark Lundy del CIAT, quien lidera el trabajo del Centro en el tema de Vinculación de los Productores a los Mercados. “La pregunta ahora es ¿qué necesitan hacer las compañías en estas cadenas de abastecimiento para mantener una base rentable y resiliente para sus productos de frente al cambio climático?”

Incorporar la CSA en estructuras de cadenas de abastecimiento ya existentes es apenas una opción. Es posible descubrir más posibilidades a medida que se desarrolla la conversación, dependiendo de los cultivos y los sistemas de producción, las regiones y los mercados involucrados. Un proyecto complementario que ya está en progreso por parte de CCAFS, CIAT, IITA, Root Capital, Rainforest Alliance y el Laboratorio de Alimentos Sostenibles contempla formas adicionales para optimizar la influencia de las compañías privadas mediante la promoción de la agricultura climáticamente inteligente entre los agricultores que hacen parte de sus cadenas de valor.

Con la necesidad de la CSA firmemente establecida en el radar de los círculos de políticas internacionales, el trabajo del CIAT y sus socios contribuye a que los países conviertan sus compromisos en soluciones prácticas para responder al cambio climático.