Informe Anual
2015 - 2016

Escalas de tiempo para la adaptación al cambio climático en África subsahariana

El CIAT y sus socios han usado durante mucho tiempo la modelación por computador para entender el impacto del cambio climático en los cultivos de primera necesidad en todo el mundo.

Sin embargo, este año y por primera vez, usaron los modelos para mostrar cuándo deben darse cambios en las políticas y en la práctica en África subsahariana, a fin de mantener los niveles de producción y evitar poner en riesgo la seguridad alimentaria y los medios de vida de pequeños agricultores.

El equipo* examinó, región por región, el efecto potencial de diferentes escenarios de cambio climático en nueve cultivos que constituyen el 50% de la producción alimentaria de África subsahariana.

Si bien se espera que seis de los cultivos continúen estables, se estima que hasta un 30% de las áreas que siembran maíz y banano, y hasta un 60% de las que producen fríjol se volverán inestables hacia finales del siglo. En Uganda y Tanzania, por ejemplo, de donde proviene más del 65% del fríjol de África subsahariana, los científicos proyectan que cerca de 1.85 millones de hectáreas de zonas de fríjol ya no serán aptas para este cultivo hacia 2100.

Asimismo, se proyecta que otras regiones serán afectadas con mayor anticipación. Por ejemplo, las zonas bananeras de África occidental (incluidos Ghana, Togo y Benín) y las regiones productoras de maíz en el sur de África (Namibia, Botsuana, Zimbabue y Mozambique) necesitarán una “adaptación transformacional” dentro de los próximos 10 años.

La transformación podría ser desde cambiar el tipo de cultivo sembrado, o en extremas circunstancias, dejar del todo la agricultura. Dado que las opciones como el mejoramiento de cultivos podrían tardar 15 años o más en rendir frutos, el estudio, publicado en Nature Climate Change, enfatizó la necesidad de una pronta acción por parte de los formuladores de políticas.

“El estudio nos dice en dónde y, muy importante, cuándo se deben dar intervenciones para impedir que el cambio climático destruya suministros alimenticios vitales en África”, comentó Julian Ramírez Villegas, autor principal del estudio, quien trabaja con el Programa de Investigación de CGIAR en Cambio Climático, Agricultura y Seguridad Alimentaria (CCAFS). “Sabemos lo que se requiere hacer y, por primera vez, tenemos fechas límites claras para tomar medidas al respecto”.

La buena noticia es que los científicos descubrieron que la producción de mijo, sorgo, yuca, maní y ñame sería más o menos estable por el resto del siglo. En el caso de la yuca, los hallazgos respaldan el estudio del CIAT de la “Raíz Rambo”, que marcó un hito en 2012 y que encontró que este cultivo sería un “sobreviviente” del cambio climático en África subsahariana y un cultivo confiable vital para muchos pequeños agricultores.

Para zonas en riesgo, el estudio describió tres fases de adaptación:

  1. La fase de adaptación gradual requiere acciones para contribuir a prolongar la aptitud de zonas afectada. Estas podrían incluir mejores prácticas en finca y la provisión de servicios de asesoría climática, como proyecciones meteorológicas estacionales. El estudio resalta el desarrollo de cultivos más aptos por parte de científicos – en particular los tolerantes al calor o a la sequía – como algo “crítico”.
  1. La fase preparatoria requiere políticas apropiadas y entornos favorables para su implementación. A nivel nacional, esto puede implicar la re-evaluación de importantes políticas de desarrollo agrícola y seguridad alimentaria que incluyan investigación, desarrollo y extensión. También será de utilidad brindar incentivos para el desarrollo de nuevas instalaciones de procesamiento y almacenamiento para cultivos sustituto y ensayar mercados para sus productos derivados.
  1. La fase de transformación requiere que los agricultores y las comunidades cambien los sistemas de cultivo. Cuando no existan alternativas viables en ciertos lugares, podría ser necesario alejarse de la agricultura.

Los hallazgos deben ser aplicados con celeridad. Ajustar las políticas nacionales de desarrollo agrícola y seguridad alimentaria es algo que puede tomar décadas.

Nuestro trabajo demuestra que se está acabando el tiempo para transformar la agricultura africana. Esto no solamente necesitará mayor financiación, sino también un entorno de políticas de apoyo para brindar las soluciones a aquellos que posiblemente serán afectados. También debemos asegurar que se incorporen las necesidades de las mujeres y los grupos marginados en las políticas de adaptación, garantizar que se puedan implementar exitosamente.

Andy Jarvis

Líder de la investigación de CCAFS en Prácticas Agrícolas Climáticamente Inteligentes y coautor del estudio

“Timescales of transformational climate change adaptation in sub-Saharan African agriculture” [Escalas de tiempo de adaptación transformacional al cambio climático en la agricultura de África subsahariana] fue publicado en Nature Climate Change el 7 de marzo de 2016. Artículo disponible en: http://dx.doi.org/10.1038/nclimate2947

* El equipo incluyó a científicos del CIAT; la Universidad de Bonn, Alemania; Universidad de Leeds; CCAFS; Universidad de Copenhague; Organización de la Mancomunidad Australiana para la Investigación Científica e Industrial (CSIRO)-Agricultura; Universidad Nacional Australiana.