Informe Anual
2015 - 2016

Un movimiento global en pro de personas más saludables y un planeta más saludable

El planeta nunca ha producido o consumido tantos alimentos como ahora.

Sin embargo, las ganancias en la productividad tienen un enorme costo ambiental. Cada año, miles de millones de hectáreas de tierras agrícolas se pierden por la deforestación, en gran parte debido a la agricultura industrial. Los agroquímicos han contaminado ríos y acuíferos. La agricultura y el cambio en el uso de la tierra son responsables de un tercio de todas las emisiones de gases de efecto invernadero. Tan solo en el último siglo, hemos perdido tres cuartos de la biodiversidad agrícola del planeta. Y como si eso no fuera suficiente, casi un tercio de todos los alimentos que se producen terminan desperdiciados.

Al mismo tiempo, los patrones de consumo de alimentos están cambiando. La clase media emergente está demandando más carne; en general, los alimentos procesados se están volviendo más populares. Muchas partes del mundo están despertando ante una “triple carga” perversa: la coexistencia del hambre crónica, la desnutrición y la sobrenutrición. En las áreas urbanas en rápido crecimiento del planeta, estas condiciones a menudo existen una al lado de la otra. Este es el caso particular de las ciudades de América Latina – que, hoy por hoy, se ha convertido en la región más urbanizada del planeta y en donde más del 90% de las personas vivirá en las ciudades hacia 2050.

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El 90% de las personas vivirá en ciudades hacia 2050 en América Latina – hoy por hoy, la región más urbanizada del planeta

La noción de sistemas alimentarios sostenibles se propone enfrentar estos y otros temas de manera integral, priorizando la necesidad de tener dietas nutritivas, compuestas por una gama de ingredientes saludables, accesibles y económicos, producidos con una mínima huella ecológica. De las 169 metas concretas que hacen parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, más de 60 se relacionan de alguna manera con el sistema alimentario, lo que significa que algunas de las personas más poderosas del planeta respaldan la idea de que el progreso humano, las dietas saludables y la integridad ambiental dependen una de otra.

El CIAT está canalizando su investigación en esta área a través de su iniciativa FoodLens, que busca generar nuevos conocimientos sobre los sistemas alimentarios dinámicos en las ciudades y sus repercusiones en la salud, el medio ambiente y la equidad social. La iniciativa trajo el foro EATx Cali a la sede principal del CIAT en Colombia en octubre de 2015. El evento se propuso brindar una visión de lo que podrían – y deberían – ser los sistemas alimentarios sostenibles, con un enfoque específico en América Latina y el Caribe. Organizado en conjunto con la Iniciativa EAT de Noruega, contó con la participación de expertos internacionales en temas de nutrición y dietas alimentarias y, entre los resultados obtenidos, se publicará próximamente un white paper titulado Toward diverse, resilient, sustainable and nutritious food systems in Latin America and the Caribbean [Hacia sistemas alimentarios diversos, resilientes, sostenibles y nutritivos en América Latina y el Caribe].

Bien sea regional o mundialmente, los sistemas alimentarios sostenibles requieren que pensemos más ampliamente acerca de cómo se producen los alimentos y cómo accedemos a ellos. Requieren, por ejemplo, la conservación de material vegetal en bancos de germoplasma, para permitir que los fitomejoradores responsan a retos como el cambio climático y para mejorar el valor nutricional de cultivos de primera necesidad. Por supuesto, requieren prácticas agronómicas sensatas y que se reconozca la importancia de los ecosistemas de los cuales depende una gran parte de la producción de alimentos. Requieren el desarrollo de modelos de negocios que brinden a los agricultores y el medio ambiente un mejor trato. Requieren también trabajo para minimizar las pérdidas poscosecha y el desperdicio de alimentos en las zonas urbanas. Requieren programas de educación y políticas para promover hábitos de consumo saludables y recreación. Requerirán nuevas tecnologías y nuevas inversiones.

Todo esto requerirá una mejor comprensión de la dinámica de los sistemas alimentarios en diferentes partes del mundo, las formas en que están cambiando y las formasen que se pueden cambiar. El trabajo del CIAT en estos temas contribuirá a lo que se está convirtiendo en un movimiento global en pro de personas más saludables y un planeta más saludable.

Los sistemas alimentarios sostenibles requieren:

  • Prácticas agronómicas sensatas y que se reconozca la importancia de los ecosistema
  • La conservación de material vegetal de cultivos en bancos de germoplasma
  • El desarrollo de modelos de negocios que brinden a los agricultores y al medio ambiente un mejor trato
  • Minimizar las pérdidas poscosecha y el desperdicio de alimentos en las zonas urbana
  • Programas de educación y políticas para promover hábitos de consumo saludables y recreación
  • Nuevas tecnologías y nuevas inversiones